Fray Diego de Landa (1524-1579)

Fue uno de los primeros frailes franciscanos que viajó a la península de Yucatán, en 1549, en donde trabajó intensamente durante tres décadas en la evangelización de los nativos mayas. Fue consagrado obispo de Yucatán en 1572.

Diego de Landa encontró algunas similitudes entre el cristianismo y la religión maya en el aspecto de los ritos sagrados que consistían en sacrificios humanos y ofrendas de sangre lo que se relacionaba, según Landa, con el carácter sacrificial de la figura de Cristo el cual había dado su vida por la humanidad.

Quema de las deidades y documentos mayas por Fray Diego de Landa

Debido a la negacion de los mayas para aceptar la fe católica y para abandonar sus propios rituales religiosos, en junio de 1562, Landa mando a detener a los gobernantes de Pencuyut, Tekit, Tikunché, Hunacté, Maní, Tekax, Oxkutzcab y otros lugares, entre ellos a Francisco Montejo Xiu, Diego Uz, Francisco Pacab, y Juan Pech, quienes fueron escarmentados. El 12 de julio de 1562 se realizó el Auto de fe de Maní en donde se incineraron ídolos de diferentes formas y dimensiones, grandes piedras utilizadas como altares, piedras pequeñas labradas, vasijas y códices con signos jeroglíficos. Las palabras de Landa fueron:
"Hallámosles gran número de libros de estas sus letras, y porque no tenían cosa en que no hubiese superstición y falsedades del demonio, se los quemamos todos, lo cual sentían a maravilla y les daba pena".
Se calcula que incineraron toneladas de libros, los cuales poseían registros escritos de todos los aspectos de la civilización maya.
El evento tuvo repercusiones. Por una parte los mayas idearon medios para preservar sus cultos ancestrales, pero fue criticado por los colonos españoles quienes argumentaron que en lugar de doctrina, los indios recibían miserables tormentos, la noticia llegó hasta Felipe II, por lo que en abril de 1563, Landa tuvo que viajar a España para presentar su defensa.

Como parte de su labor evangelizadora llevó a Yucatán, desde Guatemala, dos imágenes de la Inmaculada Concepción. Una estaba destinada al Convento Grande de San Francisco en Mérida y la otra al de San Bernardino de Siena en Valladolid, aunque debido a sucesos considerados como milagrosos decidió que la segunda imagen se quedara en el convento de San Antonio de Padua en Izamal, lugar por el que sentía un gran afecto. En la actualidad dicha imagen es considerada Reina y Patrona de Yucatán. En memoria de su labor en beneficio de los izamaleños se le ha erigido una estatua en bronce a un costado del convento.

Su aporte al estudio de la cultura Maya

de Landa alphabet, Relación de las Cosas de Yucatán, 1566

En su madurez se dedicó al estudio de la cultura Maya, quizás para tratar de recuperar la valiosa información que había destruido en su época de inquisidor.

Logró recuperar una gran cantidad de información sobre la historia, el modo de vida, las creencias religiosas de los mayas, también logró entender el sistema vigesimal de las matemáticas y el calendario de esta civilización.

Escribió Relación de las cosas de Yucatán hacia 1566, su obra es clave para entender el mundo maya de la época de la conquista. En su obra escribe de los Mayas y su historia, finalizando con una crónica del descubrimiento de aquellas tierras y la conquista española.

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1 comment:

Ricardo Marin said...

que horror quemar todas esas muestras de la cultura maya, peor que las cruzadas este afan cristianizador de la iglesia.

Quizas su arrepentimiento logra desde luego salvara mucha información.

saludos

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